El estudio empezó en septiembre de 2019 y permite a los participantes aportar datos mediante la app dedicada. Esto permite que los investigadores tengan acceso a datos de calidad respetando siempre la privacidad de los participantes. El estudio es una cooperación entre Apple y la University of Michigan School of Public Health y los datos y resultados se entregarán a la Organización Mundial de la Salud para promover una iniciativa de salud auditiva.
Lo cierto es que con una participación tan variada este estudio ha sido capaz de ofrecer conclusiones que van más allá de muchos estudios ya publicados sobre la materia. Por ejemplo, se ha publicado que uno de cada cuatro participantes se expone a niveles de sonido superiores a los recomendados.
Los nuevos conocimientos generados gracias a estos datos sin precedentes demuestran que el 25% de los participantes experimentan una exposición media diaria al sonido ambiental (que puede incluir el tráfico, la maquinaria, el transporte público, etc.) superior al límite recomendado por la OMS.
Algo que, como comenta el mismo estudio, encaja con el hecho de que el 50% de los participantes afirman trabajar o haber trabajado en entornos ruidosos. Algo de lo que la app Ruido de nuestro Apple Watch nos ayuda a ser conscientes. Lo cierto es que llama la atención que en un año de pandemia, donde lo común es estar en casa, se haya podido registrar que el 25% de los participantes está expuesto a sonidos de un nivel demasiado alto.
Junto a los datos de niveles de sonido ambiental, Apple también recoge los niveles de volúmenes de los auriculares. Con esta información se ha llegado a la conclusión que un 10% de los participantes se expone a sonidos de un volumen superior al límite recomendado por la OMS.
Por cierto, si tendemos a subir demasiado el volumen de nuestros auriculares sin darnos cuenta podemos acudir a Ajustes > Sonidos > Reducir sonidos fuertes y, tras activarlo, establecer un límite de 85 decibelios, por ejemplo.
Otras conclusiones interesantes del estudio son las siguientes:
Está claro que poder obtener una participación como la que consiguen los estudios de salud de Apple es valiosísimo para la profesión médica. El hecho de que participar en un estudio sea tan fácil como dar permiso en una app sabiendo que la privacidad y la seguridad de los datos está garantizada y que podríamos dejar de participar en cualquier momento es garantía suficiente para que muchas personas decidan formar parte. Un movimiento más de los muchos que vemos en Apple centrado en la salud.