Tres de cada cuatro habitantes de urbes industrializadas han perdido audición debido a la exposición a sonidos de alta intensidad, según la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORLCCC).
El tren, el tráfico, los conciertos, las obras… el nivel de ruido es demasiado alto. En los últimos años, los otorrinolaringólogos han detectado un peligro más para la audición de las personas: usar auriculares para escuchar música a un volumen elevado está provocando déficits de audición en veinteañeros.
En la página de la SEORLCCC, los expertos recomiendan escuchar música siempre por debajo de los 85 dB (decibelios, la unidad para medir el sonido) y, en cualquier caso, nunca por encima de los 100 dB. Además de vigilar el volumen, cuenta también el tiempo que ese ruido excesivo está llegando a los auriculares y, por tanto, a nuestro oído. El traumatismo acústico crónico es la pérdida auditiva permanente que se desarrolla a lo largo del tiempo como consecuencia de una exposición continua o intermitente al ruido.
¿Por qué se produce la hipacusia?
Esa pérdida de audición se debe a una lesión en el oído interno. El ruido alto produce daños en las células ciliadas, que son las encargadas de recoger los sonidos y transmitirlos al cerebro. Al principio la hipoacusia puede ser temporal y durar minutos o incluso días, es moderada y solo afecta a las frecuencias agudas, pero si la persona sigue exponiéndose a sonidos demasiado fuertes puede convertirse en una pérdida permanente y afectar al resto de frecuencias.
Se detecta porque cuesta trabajo entender lo que dice la gente, sobre todo niños y mujeres (que suelen tener la voz más aguda). Otro síntoma es que aparezcan lo que se conoce como tinnitus: ruidos (desde zumbidos a murmullos o pitidos) que la persona percibe en un oído o en los dos, pero que solo escucha ella. Aunque los tinnitus (también llamados acúfenos) se pueden producir por otras razones, una de ellas es que los cilios antes mencionados, cuando resultan dañados, envían impulsos eléctricos al cerebro cuando no procede.
Prevenir los problemas de audición producidos por escuchar música demasiado alta
Para evitar la hipoacusia producida por escuchar música alta con auriculares lo obvio es bajar el volumen, reducir el tiempo de escucha y, si ya ha aparecido el problema, utilizar protectores auditivos en ambientes con ruido fuerte. Pero hay otras recomendaciones que pueden evitar el deterioro auditivo: