"Es una época en la que nos sometemos a un nivel alto de ruidos que, en ocasiones, como sucede en el caso de los petardos o fuegos artificiales, puede provocarnos un daño en nuestro oído que derive en una pérdida auditiva temporal o permanente o los temidos acúfenos o tinitus, esos pitidos que pueden aparecer de forma temporal y, en algunos casos, permanente, si estamos expuestos a un alto nivel de ruido durante un tiempo prolongado", ha avisado el jefe de audiología de Oticon, José Luis Blanco.
La música alta, petardos y fuegos artificiales, el sonido de instrumentos como trompetas o bocinas y el bullicio de las conversaciones en las reuniones familiares, a los que se le suma en muchas casas el ruido generado por determinados juguetes, son algunos elementos que pueden poner en riesgo la salud de los oídos.
En concreto, los ruidos impulsivos y de muy alto nivel generados por los petardos o fuegos artificiales pueden producir en un plazo muy corto de tiempo hipoacusia provocada por ruido en las personas con audición normal, y agravar el problema en las personas que ya sufren pérdida auditiva.
En este sentido, los expertos han aconsejado emplear protectores auditivos cuando vayan a usarse este tipo de elementos explosivos ya que pueden alcanzar los 140 dB. Del mismo, han recomendado evitar gritar y elevar la voz, así como reducir el volumen de televisores o reproductores de música.
"Si se va a presenciar un espectáculo en el que hay música alta, trompetas, bocinas o silbatos, es conveniente permanecer alejados en la medida de lo posible de los altavoces o de los propios instrumentos. En caso de que no sea factible, es preferible utilizar protectores", han añadido.
Si el ruido sobrepasa los 85-95 dB y el tiempo de exposición es superior a quince minutos, puede ser perjudicial. "Este es un dato a tener en cuenta sobre todo en el uso de reproductores de música individuales o de juguetes. La pérdida auditiva es acumulativa, progresiva y gradual y es necesario cuidar la audición desde las edades más tempranas", han enfatizado, para zanjar aconsejando acudir a un especialista en caso de que el daño auditivo sea persistente y no desaparezca una vez evitada la exposición al ruido.
Ops, ha habido un problema connectando con Twitter