Trastornos como tinnitus y pérdida de audición durante la pandemia podrían tener un origen psicosocial en lugar de estar directamente relacionados con la COVID-19 o el virus SARS-CoV2, según se desprende de un estudio realizado conjuntamente por la Universidad de Manchester, el Instituto Nacional de Investigación en Salud (NIHR) y el Centro de Investigación Biomédica de Manchester (BRC)
Hasta ahora la mayoría de los estudios se han basado en autoinformes y carecían de información de referencia anterior a la pandemia, lo cual dificultaba ahondar sobre si los síntomas ocurrieron porque la COVID-19 afectó al oído o si se debieron a factores psicosociales relacionados con la pandemia.
La Dra. Gabrielle Saunders de la Universidad de Manchester, y una de las autoras principales del estudio, se mostró convencida de que este trabajo, publicado en `Frontiers of Public Health´ proporciona evidencia de que los factores psicosociales influyeron en la aparición de los trastornos referidos.
Aunque se produjo el doble de informes de problemas auditivos y tinnitus en personas con COVID-19 confirmado y presunto, en comparación con personas que no habían tenido COVID-19, encontraron, entre otros aspectos, que el inicio de nuevos síntomas auditivos coincidió con la pandemia en solo un tercio de las personas que informaron los síntomas; un tercio no sabía cuándo comenzaron sus síntomas; y un tercer grupo expuso que sus síntomas comenzaron antes de la pandemia.
El estudio también indagó sobre los desafíos experimentados durante la pandemia, como sentirse solo y ansioso, falta de ejercicio, falta de espacio en el hogar y cuidado de los demás. Los autores observaron la cantidad de desafíos expuestos por los participantes en relación con la cantidad de síntomas experimentados durante la pandemia y encontraron que cuanto mayor era la cantidad de desafíos, más síntomas se relataron.
"Incluso si los síntomas surgieron debido a factores psicosociales, siguen siendo reales para la persona que los experimenta y, por lo tanto, deben manejarse, pero utilizando estrategias terapéuticas diferentes que si fueran causados directamente por el virus", concluyó esta investigadora.
Los expertos abogan por nuevos estudios que incluyan grupos de control y utilicen medidas audiométricas además del autoinforme para investigar cambios en cuanto en los síntomas auditivos en relación con los anteriores a la COVID-19.