Un equipo del Instituto de Tecnología de Georgia ha desarrollado un audífono con un coste en componentes inferior a un dólar. Los investigadores relatan, en un artículo publicado en Plos One, los pormenores de su invento que, si pasa las pertinentes pruebas clínicas y llega al mercado, puede ser un lujo para millones de personas.
Los audífonos actuales utilizan procesadores de sonido digitales para filtrar los ruidos de fondo que distraen y, al mismo tiempo, amplifican las voces de las personas. Además, esos procesadores generalmente se modifican para aumentar frecuencias de audio específicas, dependiendo de la naturaleza única de la pérdida auditiva de cada usuario. Y aunque los precios varían, los audífonos modernos suelen costar unos pocos miles de dólares.
El audífono DIY creado por el equipo del Instituto de Tecnología de Georgia se denomina LoCHAid y adopta un enfoque diferente: utiliza componentes electrónicos de código abierto producidos en masa para diseñar un audífono duradero, asequible y de autoservicio que cumpla con la mayoría de los objetivos establecidos por la OMS para la pérdida auditiva leve a moderada relacionada con la edad.
Por un lado, en lugar de un procesador más sofisticado, lo que hicieron fue incorporar un micrófono a una pequeña placa para capturar el sonido más cercano y, a la vez, agregar un amplificador y un filtro de frecuencia, con el objetivo de aumentar el volumen de los sonidos por encima de los 1.000 hercios. A ello le sumaron un interruptor de encendido/apagado, un controlador de volumen, un conector de auriculares y una batería.
Este tipo de filtros también consumen menos energía que los procesadores, lo que permite que las baterías duren más. Además, LoCHAid está preestablecido para amplificar las frecuencias que con mayor frecuencia no se escuchan debido a la pérdida auditiva relacionada con la edad.
Sin embargo, la revista Science publica un artículo en el que también se muestran las desventajas de LoCHAid: al no utilizar microprocesadores, el audífono no puede ajustarse a las necesidades individuales de cada pérdida auditiva, sus piezas se desgastan fácilmente y además es relativamente voluminoso. Su tamaño es, más o menos, como el de una caja de cerillas.
Según afirma el profesor Vinaya Manchaiah del Georgia Tech, "Hemos demostrado que es posible fabricar un audífono DIY por menos del precio de una taza de café. Este es un primer paso, una tecnología de plataforma, y hemos demostrado que el bajo costo no tiene por qué significar baja calidad".
Los científicos ahora están desarrollando un prototipo más pequeño, que costará alrededor de 7 dólares en componentes.